Bosque de Macalania

[Comienzo]

- ¡Por fin! - dije mientras me sentaba cerca del lago.

Había decidido dejar Besaid por una temporada y visitar algunos lugares de Spira, lugares que hacía tiempo que no pisaba, de los cuales tenía muy buenos recuerdos.
Miré hacia el lago, era precioso, y aún podía recordar lo bien que se estaba dentro de sus aguas, esas aguas que años atrás presenciaron uno de los mejores momentos de mi vida.
Pasados unos instantes salí de mis pensamientos y volví a la realidad.
El bosque estaba casi desierto, poca gente pasaba por allí, aunque se oia el rumor de que los Guado lo habitaban.
Me puse en pie y decidí seguir caminando.

Desde una oscuridad intensa me vi envuelto en una pelea que no podia vencer, de repente mi espada no tenia filo y mis puños carecian completamente de fuerza.
De repente algo fuera del contexto comenzo a tirar.
Me desperte de un golpe entre resoplidos; la linea que habia tirado al lago estaba como loca, algo habia picado despues de tirarla ahi y quedarme profundamente dormido bajo el arullo de la corriente bajo mis pies.

-Ya eres mio!-

Grite con emocion, al parecer este dia iba a cenar sin tener que desempolvar mi siempr vacio monedero. Despues de varios tirones y fuerza mal gastada, algo con forma de pez comenzo a asomarse en el agua, efectivamente, una carpa estaba haciendo fuerza por quedarse en el agua mientras yo intentaba sacarla. Finalmente, con el pez cansado, las unicas fuerzas que me quedaban eran el hambre y la detrminacion de almorzar sin tener que gastar Guiles.

-Eres mio, ERES MIOO!-

Dije con una voz que el mismo señor de las tinieblas hubiera envidiado, mas sin embargo lo que yo crei estaba a mi merced, comenzo a sacudirse de manera intempestiva en mis manos, ya sin fuerzas el animal se escapo como un pequeño cactuar en medio de una tormenta de rayos. Con ojos tristes y cansados mire corriente arriba donde podia divisar a alguien que estaba caminando. Comenze a apresurar el paso, quien sabe, tal vez tenia comida.
Me acerque de una manera prudnente y silenciosa cuando llegue finalmente lo suficientemente cerca como para escucharme.

-Es extraño encontrar alguien en estos parajes...-

Dije volteando a verla cuando me escucho. "Es raro encontrar esto en vida" pense mientras volteaba a verme, Sus cabellos jugaban entre ellos bajo el viento y me quede mirando como esa chica me miraba con aires desconcertados.

off: me pase xD

(MUy buena xD, ¿puedo aparecer?)

Saludos.

(si, Luffy, metete xDD)

- Hola! - Saludé al extraño que acababa de aparecer - Tiene razón, no suele haber nadie por aquí

Le observé

- Parece cansado, ¿Se encuentra bien?

Dando una paseo por el bosque de Macalania, observé a dos personas que hablaban. Pensé que podrían ayudarme, me encontraba perdido y no sabía como volver a la cuidad.

-Disculpar, me he perdido, ¿podéis ayudarme? -Les dije amablemente.

Miro un momento la espada, las manchas de sangre habían desaparecido, aquella pelea había sido demasiado fácil, pero no tenía que bajar la guardia, las cosas que estaban pasando últimamente eran bastante extrañas y quizás demasiado peligrosas para cierto tipos de personas.
De pronto, escucho las voces de varias personas y a los lejos puedo verlos, rápidamente guardo mi espada y me acercó a ellos.

Puedo divisar como son dos chicos y una chica. Los chicos parecían ser luchadores por el aspecto y la joven desprendía una extraña fuerza, quizás pudiera ser una invocadora.

Este bosque casi siempre había sido famoso por la escasez de personas que lo visitaban.

-Mira lo que me acabo de encontrar, tres jóvenes en un bosque. ¿Que haceís aquí?

Me detuve a ver a los nuevos integrantes de lo que ahora parecía ser un encuentro bastante ameno, con el destino como nuestro anfitrión.
Quién hubiera pensado que lo que alguna vez fué una relajante siesta a un lado del lago, ahora era todo un espectáculo de personalidades.
Una chica que parecía bastante agradable, pero a la vez agoviaba con un aura mas espesa que lo normal; alguien que al parecer seguía mi camino en la vida cotidiana, juzgando por sus razgos, un peleador nato; y una chica que practicamente irradiaba luz blanquesina...héroe tal vez? solo hay una manera de averiguar todo esto.

-Jóvenes?...eso es un poco ególatra no cree señorita?-

Dije presentándome con una reverencia, un verdadero caballero en modales; y eso es algo que podia presumir donde fuere.

-Parece que tenemos un encuentro bastante divertido, y creo que nos presentamos en el mismo inconveniente-

Mi mirada se clavó en la del hombre extraviado, a decir verdad, yo tampoco estaba muy seguro de donde estaba, pero solo tenía que seguir el lago para encontrar un pueblo o algo asi, lo único que esperaba era no entrar en zona peligrosa; no estoy de humor para peleas imposibles, solo tengo hambre.
Me centre en la mitad del grupo y me presenté con mis cordiales ademanes.

-Gaiserik Isidhor Mitrandyl, ahora que no somos desconocidos seria bueno que nos escuchasemos...-

Una sonrisa cruzó mi rostro, tal vez algo aterradora pero lo suficientemente cálida para pasar desapersivida.

Noté como uno de los jóvenes nos examinaba, me quedé mirándolo un momento con seriedad y después volvía a mirar a los otros dos.

Veo como el joven al que había vigilado desde el primer momento me hacia un reverencia.

-Bueno, es una mandera de hablaros, es mejor decir joven que otra cosa

Suspiro y me llevo las manos a los bolsillos.

-No es muy conveniente que vayais solos, os pido que vayais juntos, no me gustaría ver nuevos cadavéres

Fijo mi mirada en cada uno.

Me quedé pensativo, si había algo que núnca me ha pasado, ni pienso que pasará; es el echo de quedarme sin argumentos frente a una dama.
Miré a mi alrededor, mientras ella fijaba su vista en nosotros y me apresuré a responder lo que enrealidad mi naturaleza lujuriosa me pedía.

-Pues tal vez mejor que jóvenes preferirías que hablásemos como yo lo hago, bella dama-

Guiñando levemente un ojo mi naturaleza de casanova no quedó atras, siempre dispuesta a conquistar nuevas damiselas era una parte de mi a la cual no me podía despegar, mas sin embargo solía mantenerla controlada.
Tal vez el ambiente tan tenso logro darle rienda suelta para defenderme de cualquier hostilidad que venga de aquella chica.

-A pesar de que la señorita habla como si fuera muy especializada en esto, no creo que se ha presentado, ademas, no puedo respetar sus deseos si no conozco sus fundamentos-

Sentencié finalmente con una pícara sonrisa en mi rostro, sabía que tenia razon y no me quedaria detras de alguien que se hacia llamar mejor que nosotros; especialmente por que nunca dudaba de mi mismo, al igual de que nunca me rendía.

Mire al muchacho que de nuevo me respondió

-Veo que es usted educado

Fijo mi mirada en el, seria y fría por un momento. Aquel chico parecía ser especial y quizás también fuerte. ¿O un guerrero que vivía la vida abase de las cosas que le gustaban? Quería que le diese información acerca de quien soy,¿darsela o no darsela? Ya me daba iual, quizás tarde o temprano tendría que cruzarme de nuevo con ellos

-Perdone las molestias por no haberme presentado

Me acerqué a él tranquila, mirandolo fijamente.

-Mi nombre es Kai Kamelot, pertenezo a las altas gamas de la coporación Shinra, soy un heroe, o eso es lo que dice la gente

Escuche su presentación y mis ojos casi salen de sus órbitas. ¿Yo compartiendo el mismo aire que una heroína de la corporación Shinra? es un echo casi irreal.
Me quede tieso ante esa situación, no sabía como comportarme en tales situaciones; digo, no es común encontrar heroes en los bosques.
Me quité el casco que traía y lo sostuve con una mano.

-Entonces no creo que nuestra presentacion no fue la adecuada...-

Mi siempre amada armadura estaba llena de polvo como resultado de dormir en el piso mientras pesaba, sin contar que estaba algo mojado y olía a pesacado....linda manera de presentarse con alguien de alta sociedad que con una buena imprsión podría pagarte la cena...
Si, estoy hambriento aún...

-Es un placer Señorita Kamelot, puedo preguntar qué la trae por el bosque?-

Me quedé desconsertado, quién sabria lo que era capaz ese lugar, tal vez estaba ahi por el exterminio de algún monstruo de alto rango, y eso sería un entretenimiento no deseado.

Miré su reacción y en parte me hizo gracia. Aunque luché por subir de rango,nunca se me subió a la cabeza y al principio no me acontumbraba a tal rango y la reacción de la gente. Tampoco eramos dioses, nada por el estilo, solo eramos soldados con más experiencia.
Me toqué el cuello y escuché con detenimiento sus palabras

-¿Que vuestra presencia no es la adecuada?

los miro un momento, la joven no parecía estar tan mal pero la verdad es que la presencia de los dos chicos no era muy apropiada a primera vista, pero eran unos simples vagabundos, unos luchadores que vivian el día del hoy como si fuera una fortuna el abrir los ojos cada mañana y poder ver el sol.

-No me importa que aspecto tengais, a veces sois mejores que los propios soldados

Eché un vitazo al bosque y después puse una mano en mi barbilla. La verdad es que estaba allí vigilando después del mensaje que recibí del móvil.

-Bueno, la verdad últimamente ha avido una serie de asesinatos en las ciudades principales y lo estamos investigando

Mientras me hablaba aprobeche para colgar mi casco en mi cintura, de manera que no molestara, su ultimo comentario me desalentó, lo que necesitaba preocuparme por un día de pesca...
Miré alrededor con una mirada furtiva buscando algo fuera de lugar pero no logré encontrar nada.

-Lo que neceisto, preocuparme por algo en mi lugar de descanzo...cuáles son las victimas? civiles? o incluso soldados?-

Mi pregunta me preocupó, que tal si los asesinatos eran a los soldados? que pasaría si no estaba listo para defenderme?, tal vez debería pasar mas tiempo en mi habitación, o tal vez debería dejar de pensar demasiado.

-Lo siento parezco un paranóico con mis preguntas, pero sabes lo que dicen, un lobo siempre cuida de mas su hogar-

Contemplé sus movimientos uno a uno, analizandolos y escuché su pregunta detenidamente. La verdad es que ahora estaban todos involucrados, se hablaba muy poco en Shinra, y Rufus no me dijo nada más, solo lo suficiente para que anduviera con los ojos bien abiertos.

-Principalmente eran civiles, pero ahora han aparecido cuerpos de soldados. Me temo que no es una persona, si no varios

Eso es lo que más me llamaba la atención, si fuera así tendriamos que llevar los asuntos mas adentro, y tendriamos que investigar más. No nos podriamos fiar de nadie

-Por eso digo que tengais cuidado, no se sabe quien puede ser. Por cierto...

Meto la mano en el bolsillo y saco un pequeño saquito y se lo lanzo hacia Gaiserik.

-Hay dinero, por si lo necesitais. No me pidais las gracias, me pagan demasiado a veces por ciertos "encargos" y creo que a veces el dinero es necesitado por otra personas

Reciví su dinero y lo miré desconsertado. Cierto, había mas ahi Guiles que una vida matando golbins, pero a pesar de ser vagabundo, no singifica que no tenga mi propia integridad y mis propios codigos al respecto.
Tomé el dinero y se lo devolví con un ceño fruncido.

-No soy alguien quién prefiere vivir de limosnas, me gustaría que a pesar de todo me respetaras, tal vez sea un vagabundo, pero eso no me hace un necesitado...-

Me quede ahí, mirando como un perro desafiando a su maestro, orgulloso de ser lo que era, me di media vuelta para que no vea mis ojos casi lagrimeantes despues de haber rechazado tal dineral.

-Mi integridad me prohibe aceptarlo señortia Kamelot, y por favor, piense dos veces antes de ofrecer esas cosas de esta manera tal vez las intenciones sean buenas pero no es el modo de hacerlo...-

Me quede en seco mirando un árbol mientras dentro de mi pensaba "Eres un verdadero idiota, pero tienes integridad...pero eres idiota"

Miro el saquito y me lo quedo de nuevo. Menudo idiota, podria haberse quedado con el dinero, nunca verá nada igual y total a mi me da igual el dinero.

-No pretendo ofenderte, yo también fui lo que eres, pero de vez en cuando no es malo comer bien

Sonrio y meto el saco en el bolsillo

-Son mis modos de darle las cosas a la gente. Aún así no pierdo nada y tu tampoco, bueno vosotros tampoco

Me doy la vuelta y me dirigo a un árbol, después vuelvo a girarme para verlos. Quizás sean buenos para luchar al fin y al cabo, pero nadie está a salvo

-Aún así perdonar por entrometerme son vuestros asuntos, no los mios

Me quedé mirandola sin nada que decir y decidi que mi propio instinto me guiara.
Me acerqué a ella prudencialmente con una pícara sonrisa en mi rostro, y le hable con tono tranquilo y seco mientras clavava mi mirada en ella.
Seguro sus ojos eran bonitos, realmente no parecía soldado, quien sabe lo grandiosa que sería con la espada si pasara algo ahora, seria algo divertido de presencial de eso no hay duda.

-Pues si prefieres que comamos bien, no es mejor invitarnos?-

Le guiñé un ojo, y aunque mi voz habló como un cazanova, mi mente penso como un vagabundo, una extraña convinación que no se que resultaría.
Volvi mi vista al otro lado del bosqe y prosegui.

-No te preocupes, los asuntos de un vagabundo no son nada privados, tampoco guardamos secretos de la nación, asi que quedate tranquila-

Dije con una voz calida mientras me sentaba y me quedaba mirandola, mis cabellos descansaban de mi siempre dispuesto casco y mis manos se relajaban de la antrior batalla con la carpa.
Y en ese lugar de quietud, me encontraba rodeado de gente que sería muy curiosa de conocer.

Contemplé como me miraba fijamente. Era un chico bastante peculiar o eso parecía. Los vagabundos tenían historias más interesantes que la de los soldados, eso sín duda. Tantos años de experiencia habían servido para algo.
Escuché su proposición y me quedé un momento pensativa. La verdad es que era mejor invitarlos a comer, saldría mucho mejor y por lo menos comerían y no tendrían la capacidad de gastarselo en otra cosa.

-Pues si es así, yo os invitaré entonces. Pero...

Eché un vistazo al cielo que notaba como oscurecía lentamente.

-No puedo estar con vosotros, tengo asuntos pendientes. Aún así conozco un bar que está muy bien, se llama Séptimo Cielo, está en Midgar, ir allí cuando lo necesiteis y decirle al camarero que vais de mi parte, entonces yo pagaré lo que comereís. ¿Os parece bien?

Cuando Kai fijo la vista en el cielo, automaticamente sin pensar hize lo mismo. Acaso estaba mas oscuro? o sencillamente mi mente me estaba jugando trucos?..no, es seguro de que la mente aun conciente y que el cielo comenzaba a oscurecer de manera extraña.

-Me encantaria que nos acompañaras...-

Inquirí con levantando una ceja mirando su preocupado semblante mientras se preparaba para salir, algo estaba pasando y comenze a cuestionarme si debia ayudarla o no. Algo era seguro, era una dama y no debía dejarla sola.

-Me gustaría saber que sucede, es decir, pareces preocupada por el cielo, aunque no es eso ¿Verdad? esta cerca...-

Hize un rapido panorama del lugar sin éxito alguno, mientras el silencio nos envolvia con peculiar cuidado, dejandonos en un cortante sonido que desprendia el mismo vacío.

Cada palabra que decía aquel chico me llamaba la atención. El peligro acechaba como en tantas ocasiones, pero esta vez lo que me preocupaba era no saber quienes eran mis enemigos. Pero algo me mosqueaba, ¿y si habia infiltrados dentra de Shinra que pudieran pertenecer a aquella banda?

Moví la cabeza, no tenía ganas de pensar en aquello, ahora tenía mucho trabajo. No podía acompañar a aquellas personas.

-Lo siento, no puedo estar con ustedes, tengo cosas que hacer

Les mire uno a uno de nuevo antes de darme la vuelta. No sabía si los volveria a ver y miré por última vez el cielo.

-Nunca se sabe dónde podrán estar, tened cuidado e intentar ir siempre en grupo.

Suspiré un momento y me di la vuelta.

-Hasta la próxima, si es que ahi otra

Comienzo a caminar y me pierdo entre los árboles, más tarde salgo del bosque para proseguir con mis investigaciones

Vi como la chica de la nobleza se alejaba a pasos gráciles entre los arboles bajo el aparente oscuro cielo de peligro.
Una voz rompió el silencio y se dedico a presentarse, una invocadora; me sentí algo divertido al haber descubierto su naturaleza sin pista alguna, me sentí de alguna manera orgulloso de mi mismo.
Voltee a saludar a aquella invocadora, que extrañamente se encontraba a mitad de un bosque...

-No hubiera interrumpido nada señorita Yuna, es un gusto-

Salude con la vista en sus ojos y proseguí, tal vez una de mis debilidades mas fuertes era mi curiosidad en las personas, generalmente suele traerme problemas o incluso involucrarme en algo completamente ajemo.

-Si puedo preguntar que hace una linda invocadora en el bosque?-

Mi lujurioso ser ganó de nuevo, era parte de una naturaleza que no podía evitar, solo a veces me pregunto como floreció en mi tal conocimiento, o tales deseos; de lo unico estaba seguro es de que aun me sentia hambriento; y no estaba dispuesto a alucinar por comida...aún.

Me quedé mirando con curiosidad a aquella chica, y comenze a girar en mi mente con historias que tal vez podía tener. Quién sabe las maravillas que ah visto un invocador? O siquiera las cosas que podria hacer. Con un aguijón de avispa la curiosidad me picó sin compasión.

-Le importa si la acompaño a la señorita? No todos los días se puede conocer a una invocadora tan bonita, además, la justicia nos acaba de decir que no debemos estar solos por este bosque...-

Eché una rapida mirada al vagabundo que había entrado un tiempo antes, el también tendría que venir puesto que; por lo que dijo; estaba extrabiado y sería mejor llevarlo a la "civilización" como algunos la nombraban.

-Entonces qué me dice la bella invocadora?-

Agregué con un rapido juego de miradas para que sea mas difícil rechazar mi petición. Me quede esperando pacientemente una respuesta mientras ella reflexionaba; aunque sólo ella sabía que estaba pensando...